SEBASTIÁN VIVARELLI
Todo superhéroe que se precie tiene una serie de identificadores visuales propios e intransferibles: máscaras, símbolos, colores, vestuario. Elementos que lo vuelven único (diferenciándolo de aliados y enemigos), y lo dotan de identidad. Este universo visual evoluciona con el tiempo, agiornándose a modas y tendencias gráficas. Cuando este mundo es llevado al cine, el afiche tiene la función —no menor— de comunicar y resumir la complejidad del héroe y su contexto (aliados, villanos, situaciones) en un golpe de vista.
Batman
Un cuadro de historieta. Así se presenta a Batman en el afiche de 1966. Tipografías distorsionadas, colorido estridente (destacando además la llegada del cine en color) y uso de sus —ya icónicas— onomatopeyas. Todo en un clima pop, camp, festivo y naif; analizado a la distancia claro está.
Batman (1989) y Batman Returns (1992) —ambas de Tim Burton— apelan a conceptos visuales diferentes para anunciar al héroe. La pieza de 1989 recurre a la sinécdoque: el símbolo en primer plano sin otro mensaje que la fecha del estreno. La segunda privilegia un registro coral con Batman, Gatúbela y el Pingüino en primer plano, envueltos en un clima dark y gélido (más un ejército de pingüinos de fondo). Como detalle significativo, el rostro de Batman es el único con color humano.
Quizás sin pretenderlo, Batman Forever (1995) y Batman y Robin (1997) —de Joel Schumacher—, anticipan desde sus pósters el caos multicolor y la saturación visual que luego se confirmará en pantalla. Características que, lejos de ser consideradas cualidades, fueron cuestionadas por los fans y por la crítica especializada.
La trilogía Batman Begins (2005), The Dark Knight (2008) y The Dark Knight Rises (2012) (dirigidas por Christopher Nolan y con base en Batman: The Dark Knight Returns de Frank Miller), es considerada las más oscura de la saga. Tono que se traslada a los afiches, donde prevalecen siluetas a contraluz, matices oscuros, caos y destrucción. El uso recurrente del plano contrapicado agiganta la figura del hombre murciélago, y el fuego sobre los edificios (que dibujan el símbolo de Batman) remite a los atentados terroristas de 2001. Los teaser posters de The Dark Knight presentan además al Joker y su célebre frase «Why So Serious?». La presencia de sangre dota a las piezas de un aspecto sombrío y violento, acordes al registro del personaje en la cinta.
Superman
«Creerás que un hombre puede volar», reza el afiche de Superman I (1978), que sugiere al héroe con su símbolo y la estela que deja al volar (sobre un cielo tempestuoso). Minimalismo visual que retomaráSuperman returns (2006). Superman II (1981), Superman III (1983) y Superman IV (1987), por su parte, son más explícitos: muestran al hombre de acero (ilustración mediante) en acción: enfrentando a enemigos de Krypton o salvando a la humanidad. Presentan en sociedad, además, su famoso símbolo en perspectiva. En Man of steel (2013), el tono de las piezas se vuelve oscuro, introspectivo, acorde al film que relata vida y obra de Clark Kent, con foco en sus conflictos existenciales.
Spider-Man
El único caso en que los afiches de Spider-Man se vuelven interesantes —o dignos de análisis—, es en la tercera entrega. Aquella donde Peter Parker adquiere nuevos poderes —ligados a su lado oscuro—, su traje se vuelve negro y su personalidad entra en crisis. Los temas presentes en las piezas son: el héroe conflictuado (enfatizado por fondos lluviosos), la doble personalidad (representada con el juego de espejos), y su icónica vestimenta alterada por el mal; mal que siempre es sinónimo de color negro.
Batman vs. Superman: Dawn of Justice
En tiempos de cine hiper-digitalizado y auge del 3D, el concepto visual de Batman vs. Superman: Dawn of Justice (2016) retorna a las fuentes: el cartel callejero. La idea propone un afiche dentro del afiche, superponiendo símbolos (marcas personales) sobre los rostros; ergo, alternando capas de identidades. Partiendo del «versus» del título, propone imaginar que cada héroe pasó frente al poster del rival, arrancó una parte del papel y dejó un mensaje desafiante. Una de las piezas, de composición más clásica —y predecible—, enfrenta cara a cara (símil combate de box) a los contrincantes. Como detalle interesante, fusiona ambos símbolos, creando uno nuevo.
Ant-man
Los afiches de Ant-man (2015) demuestran que se puede comunicar un tema trillado con originalidad. Evitando los clichés visuales del género (el superhéroe en primer plano, su logotipo), y resaltando lo que hace único al personaje, optan por una vuelta de tuerca. ¿Qué es lo que diferencia a Ant-man de los demás? Su tamaño. ¿Cómo potenciar esa condición? Trabajando el concepto de comparación. Sea usando el espacio en blanco para enfatizar su dimensión, o conviviendo con superhéroes de escala humana (Iron Man), o sus armas (el martillo de Thor, el escudo de Captain America) el resultado visual es el mismo: simpleza visual & comunicación inteligente.
X-men
Como aquellas campañas abocadas a instalar una marca, un elemento recorre los afiches de la saga X-Men: la letra X. Sea simulando puertas a otros mundos (X-Men), como estructura que deja entrever los personajes (X-Men 2), apelando al minimalismo (X-Men 3), funcionando como sello medieval (X-Men: First Class), como figura o como fondo, la X se instala como eje visual. Y no es un dato menor, ya que su creador, Stan Lee, pensó en llamarlos X-men tomando como base la X del activista social Malcolm X.
Fuente: https://foroalfa.org/articulos/heroes-de-papel
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